Me gusta estar aquí, en la terraza. Presintiendo el mar.
Observando la luz que poco a poco pierde intensidad.
Sintiendo que la vida son estos instantes. De calma, de tranquilidad.
Con la persona que has elegido.
En compañía de recuerdos que han marcado tu vida.
Perdiéndote en la sensación que todo está bien y que no debes pedir mucho más de lo que has encontrado.
El cielo, sobre mí, una extensión azul, inmutable, con un resplandor que sólo es interrumpido por el vuelo de las aves.
Los días de verano se esfuman mientras la mirada se enreda entre las letras de los libros.
La burbuja creada en estos momentos de calor, pugna por mantenerse, aún sabiendo de su fragilidad.
Todo espera pero no es el tiempo de regresar…

Qué hermoso!!!!!!!! Cómo me gustaría esta en esa terrraza contemplando ese mar, guarda todos esos bellos pensamientos y recuérdalos cuando llegue el invierno. Un abrazo.
Cuando tú quieras, Rosa, aquí estaré para compartir esta terraza.
Un abrazo muy grande…
Splendid beauty.
Thank you, JSabbagh,
You are very kind…
Mis saludos, María. Que disfrutes de ese tiempo feliz.
Un abrazo.
Y tú también, querida Isabel,
Un abrazo inmenso…
Si , hay que guardar estos pensamientos …..
Como si fueran vitaminas inyectadas como prevención ………
Beso , ciao!
Y ya sabemos, Anna que la prevención es una buena solución para la melancolía!
Un beso grande para ti…
Precioso…
Un abrazo veraniego para ti, bonita…
Hermosas palabras querida María.
Besos y abrazos. 🙂
Gracias, Rotze,
Más besos cercanos para ti…
Un beso enorme, María y sigue disfrutando de esos instantes del verano
Con los días largos, los momentos inolvidables y todo lo que rodea estos días, queridísima Feli.
Un montón de besos…
Nada como unas buenas vacaciones, un abrazo fuerte de esos.
Cierto, Eduardo, nada hay mejor que estos días que se evaporan sin nada que hacer.
Un beso, también de esos, para ti…
Cada tiempo cada estación tiene su momento y su esplendor y el verano siempre es muy muy especial……..
Un Abrazo María 🙂 .
Cierto, Joaquin, toda estación tiene su momento!
Y deseo que tú también lo disfrutes con su luz, color y alegría.
Mil besetes…
Es la misma que me transmites tú desde esa golondrina viajera.
Un beso y abrazo de los que nos gustan a las dos…
CUANTO AÑORO EL MAR, DESDE QUE DONDE VIVO QUE NO HE VUELTO A ESTAR EN SU ORILLA, SIENTO NOSTALGIA DE NOTAR LAS OLAS YA VENCIDAS EN MIS PIES, ENFIN UN SUEÑO, UN ABRAZO VALECIANETA
HOLA LAMBERTUS, NO TIENE PORQUÉ SER UN SUEÑO, QUIZÁ ALGÚN DÍA EL MAR PUEDA RECIBIR TU MIRADA.
UN ABRAZO MUY FUERTE, AMIGO MIO…
Me resulta difícil imaginarme sin el mar. Pasar por tu rincón en esta tarde de excesivo calor es un sorbo refrescante. 🙂
Te sucede lo mismo que a mí, Eduardo, no concibo imaginarme sin el mar. Me alegra que te haya llegado un soplo de esa brisa marina que ayuda a pasar el calor del verano.
Un abrazo…