>… delante de mí…
Su larga melena rojiza se balanceaba con un movimiento que a mí me pareció igual al de las olas que acarician la playa. Sus pasos eran relajados y tranquilos y se movía con la complacencia de saberse y sentirse bella.
No pude evitar una sonrisa, pero… él me vio sonreír.
Se puso a mi lado…
– Vaya… es que ahora te gustan las mujeres? -dijo con su tono de depredador cínico y seguro de sí mismo.
No -le contesté – Simplemente me gusta admirar la belleza.
No me respondió… quizá ni siquiera comprendió lo que yo le decía.
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Vaya…no me di cuenta de que andabas siguiéndome los pasos…;-) Me encanta tu nuevo look, aunque veo que te pasaste con el enemigo, cosa que no me extraña porque es bastante mejor y el contenido sigue siendo igual de fantástico. Muxus enormes!!
Ya ves, Libe, es que me mimetizo con el entorno y observo…
Hola, guapa. Sí ya sé que me he pasado al enemigo (culpa a Josep por ello) pero es que tiene toda la razón es mucho más versátil.
Un abrazote de esos que viajan hasta encontrarte…