… me has preguntado mientras te deslizabas sobre las puntas de los pies.
Es a mí? te he contestado intentando zafarme de tus brazos.
Claro! eres la única persona que está en esta habitación.
Pero tú sabes que yo no sé bailar.
Sí que sabes, me contestó.
… su mirada y sus brazos me retaban a volver a decir que no.
… ya no recuerdo qué pasó.
Lo que sí recuerdo es…
… que la mañana del viernes… me sorprendió bailando…
Foto de Toni Catany
Me has traído el recuerdo de un baile, en… bueno, no diré donde… pero te contaré que no había música, sólo el tararear y el murmullo del cantar con sonido tibio muy cerca del oído… tanto, que desapareció el mundo por un instante y el placer inmenso inundo aquella estancia… quedando grabado en mi memoria para siempre…
Besos de los de con sorpresa, sólo tienes que tirar del lazo rojo…
Fue aquella vez donde nos tropezamos las parejas al bailar con los ojos cerrados?
Ya decía yo que me sonaban tus ojos…
Besines de esos que se mueven… Si hombre, desde el tren…
Ains bobi…!!!!
Bonico… Sigo bailando…
¡Qué ilusión! Amanecer bailando.
La próxima, yo pongo la orquesta.
Besines de viernes.
Ah, y sigue bailando.
Estupendo, Jesús, tu pones la orquesta… Ayss! Que pierdo el ritmo! Besitos con aroma a mar…
Sigue, sigue, no me hagas caso. Tú, baila.
Ahora mismo te pongo aquella canción tan dulce y romántica, que a tantos enamoró, y que se titula «Macarena». jajaja
No dirás no no tengo tacto musical. jeje
Besos canarios, que son dulces y despaciosos.
Viernes con baile incluido.
Fantástico María.
Un besote.
Es perfecto, verdad? Viernes y baile, humm!
Un abrazo grande, Rotze